Conocida antiguamente como Cueva de Candelaria , quizás por la proximidad del proís de ese mismo nombre, y desde muy antaño también llamada Cueva Bonita , se ubica, esta maravilla geológica de la naturaleza, a apenas un centenar de metros a la derecha de la desem- bocadura del Jurado , si se accede desde el mar. No existen muchos datos escritos sobre esta preciosa y singular gruta, seguramente debido a lo inaccesible del lugar, pues se halla justo bajo uno de los múltiples y agrestes acantilados que jalonan la costa tijarafera. El cronista Juan Bautista Lorenzo Rodríguez hace mención bastante amplia de este paraje en sus “Noticias para la Historia de La Palma”, ya que en esa época, al igual que en la actualidad, causaba bastante impresión al que la visitaba. De este autor transcribimos la siguiente descripición: “Después de estar dentro de esta cueva no sabe el viajero qué admirar más, si la bóveda que la cubre, jaspeada de azul, blanco y verde como si fuese de mármol exquisito y pulimentada por la mano de un hábil, o si el fondo claro de la misma, en donde se ven correr de un lado apara otro multitud de pececillos que recrean el ánimo y la vista”.
También dice este autor: “ Esta reputada cueva tiene dos grandes bocas por donde constantemente entra y sale el mar que, en su interior, se hace muy bonancible. Una de dichas bocas mira al norte y mide catorce varas de ancho, y la otra, que da al poniente, mide asimismo veinte varas castellanas. El interior de la expresada cueva es de grandes dimensiones,puesto que tiene ciento veintitrés varas castellanas de profundidad, ciende ancho y doce de elevación; así es que tanto por una boca como por la otra pueden entrar y acogerse allí con toda comodidad cualquiera de los candray que hacen la travesía entre Tazacorte y La Gomera, si se atiende también a que la profundidad del mar en el mismo centro de la cueva es de doce varas y media que, con las doce que según dijimos cuenta de la superficie del mar al techo, hacen veinticuatro varas de elevación.
La vieja y ancestral tradición oral de los habitantes de esta parte de la isla, cuenta que a lo largo del siglo XVII, durante las incursiones berberiscas y musulmanas a la isla, muchos pescadores salvaron su vida gracias a esta cueva, ya que entraban por un lado y salían por el otro, mientras los piratas, no conociendo la existencia de dicha cueva, espe- raban a que saliesen por donde habían entrado. Muy desencaminada no debe estar esta tradición oral, cuando en las proximidades de esta cueva, viniendo de Tazacorte, existe un saliente que recibe el nombre de Punta del Moro .
Por sus características ha sido calificada por geólogos y oceanógrafos especialistas como única. Artistas de la talla de Cesar Manrique y Pepe Dámaso la denominaron “La Capilla Sixtina del Arte Moderno” y “Habitación del Atlántico”, y no es de extrañar estas califi- caciones sobre todo si se visita al atardecer, cuando la luz se refleja en sus aguas, donde el espectáculo es grandioso al observar los cambios de cientos de colores que van cambiando paulatinamente en el techo, donde en caprichosos dibujos naturales esculpidos en la piedra van formando figuras y formas. En la actualidad la Cueva Bonita posee la calificación de......... y forma parte por derecho propio del escudo heráldico del municipio de Tijarafe.